A veces soñamos pesadillas

 

Este es un screenshot del artículo en la web de El Deber

Los colegas del diario El Deber me invitaron a escribir unas cuantas líneas acerca del 24 de Septiembre (fecha en la que se recuerda el grito libertario cruceño y que se considera la efeméride más importante del departamento). La pregunta planteada era la siguiente: ¿Cómo sueñas a la Santa Cruz del futuro?

A continuación, transcribo el corto texto, tal como fue publicado.

 

A Veces Soñamos Pesadillas

Por: Eva Sofía Sánchez Exeni - Escritora y periodista

 

Tal y como está planteado el desafío, lo considero una trampa. ¿Cómo sueño a la Santa Cruz del futuro? Lamento decir que el sueño que me imagino se acerca peligrosamente a una pesadilla. Santa Cruz -presiento, temo- está en camino (o encaminada, lo que sería aún peor) al desorden, la corrupción, el exceso. De hecho, el simple hecho de recorrerla a pie es prácticamente una exposición a la violencia. Violencia de toda clase.

Y una región habitada por personas tan predispuestas a ser violentas es una sociedad que está hastiada y toda sociedad hastiada generará ciudadanos más preocupados por sus intereses y seguridad personales o institucionales, ignorando por completo las necesidades transversales.

O, dicho de otra manera: ignorando el bien común. Estoy segura que una fecha como la que hoy ‘celebramos’ debería estar repleta de buenos augurios. Esperanza, le llaman. Ésa es la norma. Pero no me gustan las normas. Y menos aún las felicitaciones fatuas. No me gustan las trampas.

La trampa en la premisa planteada se encuentra en la palabra ‘soñar’, que es un término que suena feliz y optimista. Pero no olvidemos las pesadillas. Algunos podrán decir: “¡Entonces Santa Cruz necesita despertar de esa pesadilla!”. Pero cuando soñamos, ¿acaso somos conscientes? ¿Acaso sabemos que, en realidad, estamos durmiendo?

 

(para leer la publicación original, en la web de El Deber, hagan click aquí. Allí también podrán leer textos de otras y otros invitados).