Escribir es...

 

Esta es mi letra. No la puedo entender.

Escribir es una manera de no estar, de no existir en este plano, de desaparecer y no ser humano, no ser un ser vivo y pensante, un animal con cerebro, piernas y brazos, un homo sapiens en conflicto eterno entre sus acciones y sus emociones, entre sus ideales y sus palabras. Escribir es esconderse bajo una cúpula de cristal que te hace transparente y te protege de todo lo nocivo, tóxico, neurótico, psicótico, egoísta, materialista, humanista, publicitario, alcohólico, terebrante. Escribir es convertirse en delirio puro, salir del cuerpo, sacarse la cáscara, quitarse el traje y convertirse en palabra, solo una palabra. Una sola palabra. La palabra, una. Pa Pal Plab Palabra Alpabralabapabra. Escribir es dejar una huella, es construir algo que, por muy real que parezca, jamás podría existir. Escribir es engañar al pensamiento, atravesar la realidad, tragar aire, mucho, mucho aire, para luego exhalar un huracán, un tsunami de palabras que separadas no significan nada, pero que unidas engañan y aparentan tener forma, sentido, orden, materialidad. Escribir es enfermarse hasta vomitar, es aguantar la respiración hasta estallar, es estirar las piernas y los brazos hasta que la carne, los músculos, los nervios se rasguen, deshilachen. Escribir es deshacer el cuerpo y rearmarlo. Día a día. Como un castillo de naipes. Como un lego. Como la memoria y los recuerdos.

Cosas que escribo tras leer a Clarice Lispector.

Eva Sofía Sánchez Exeni       21 01 22